En la noche de ayer viernes, el sacerdote José Manuel Guzmán, párroco de Santa Ana y Director Espiritual de la Hermandad Sacramental de la Candelaria, inauguró el nuevo curso 2010-2011 de la Hermandad ofreciendo a sus hermanos una charla preparatoria.
Inició el acto el delegado de culto Francisco Farach con el rezo de las preces habituales de los cultos semanales. Tras la lectura del Santo Evangelio, el director espiritual ofreció su ponencia preparatoria.
Comentó a los asistentes, la importancia de este nuevo curso que empieza y que tendrá su colofón en la asistencia a Madrid con Jesús de las Misericordias y la Santa Mujer Verónica para participar en el viacrucis solemne que se celebrará con motivo de la JMJ-Madrid-2011. Resaltó la importancia de que el Santo Padre vaya a rezar cada una de las estaciones del viacrucis ante cada uno de los misterios que asistirán para tal evento, dejando patente de este modo su reconocimiento al arraigo de la devoción popular. La visita del Santo Padre a España tiene una especialísima relevancia ya que viene en nombre de Dios a traernos a todos y en especial a la juventud un mensaje de Dios, por eso el Santo Padre viene a nosotros y nosotros tenemos que ir al Santo Padre para en este encuentro hacer realidad nuestro Credo en Dios nuestro Señor y en la creencia en lo que hace y dice su representante en la tierra.
Hizo incapié en la transmisión de valores a nuestros jóvenes, obligación que tenemos los adultos de hacerles llegar incidiendo en tres ejes fundamentales:
1.- El único Salvador, es Jesucristo.
2.- El cristianismo es un estilo de vida, positivo, alegre y feliz.
3.- Lo que hace grande a un ser humano es la caridad y su capacidad de amar y perdonar.
Por último animó a los hermanos y cofrades de la hermandad, a tener más relación con la Parroquia, el barrio de nuestra feligresía y a limar las diferencias que hay entre los propios hermanos para dar la imagen y la proyección ante los demás que Jesús quiere de nosotros.
Terminó el acto con el rezo de una Salve a María Santísima de la Candelaria y un Credo a Jesús de las Misericordias.
